¿Ves el icono de carga, conectas el cable y… el porcentaje no sube? Es una situación más común de lo que parece y, por suerte, en muchos casos tiene arreglo sin pasar por el servicio técnico. Comprender qué está fallando evita pruebas inútiles y ayuda a recuperar la carga real con seguridad.
Para orientarte rápido, haz tres comprobaciones exprés: verifica si el icono de carga aparece y desaparece al mover ligeramente el conector (posible holgura o suciedad), prueba otro cable o cargador que sepas que funciona bien con otro dispositivo y observa si el porcentaje sube con la pantalla apagada durante 5–10 minutos. Si alguno de estos pasos cambia el comportamiento, ya tienes una pista clara del origen y podrás seguir con el diagnóstico con más precisión.
Por qué un móvil puede mostrar que carga sin hacerlo realmente
Un aviso de “cargando” sin aumento de porcentaje suele esconder un fallo simple. Estas son las causas más frecuentes y cómo reconocerlas a primera vista.
Cable o cargador en mal estado
Un suministro irregular de energía genera “carga fantasma”. Revisa cómo envejecen los accesorios y si son compatibles con tu teléfono.
- Los adaptadores envejecen y los cables sufren dobleces, pellizcos o roturas internas.
- Un cargador defectuoso puede entregar el voltaje suficiente para que el sistema muestre el icono, pero no la intensidad necesaria para aumentar el porcentaje.
- Ciertos cargadores “rápidos” negocian mal el protocolo con el teléfono y el resultado es una “carga fantasma”.
- Los cables muy largos o de baja calidad añaden caída de tensión y empeoran el problema.
Suciedad o daño en el puerto de carga
El conector del móvil acumula pelusas, polvo o humedad con el uso diario. Esa suciedad impide el buen contacto entre los pines del cable y el teléfono.
También puede haber patillas dobladas u holguras por tirones. Como resultado de esto, el sistema detecta conexión, muestra el icono, pero la corriente no fluye como debería.
Fallo de batería o software
Cuando los accesorios están bien, toca pensar en el interior del teléfono, ya sea la salud de la batería o la gestión del sistema.
- Una batería degradada acepta menos carga o la interrumpe por seguridad térmica.
- Controladores de energía corruptos o procesos en segundo plano distorsionan la lectura del porcentaje.
- Un reinicio mal cerrado o una actualización incompleta bloquea temporalmente el gestor de carga.
¿Cómo arreglar un móvil que marca cargando pero no carga?
Antes de pensar en una avería grave, conviene seguir un orden de comprobaciones que te ayude a descartar causas y recuperar la carga real.
Prueba con otros cargadores y cables
Antes de abrir el teléfono, verifica que la energía llega bien desde el enchufe: un accesorio defectuoso es el culpable más común.
- Cambia el cable por otro original o certificado. Evita cables muy largos o de baja calidad.
- Usa otro adaptador (mejor, del fabricante o con certificación y potencia igual o superior a la oficial).
- Prueba otro enchufe o una regleta distinta. Si puedes, conecta el cargador directamente a pared.
- Evita puertos USB del PC para diagnosticar: muchos no entregan la corriente necesaria.
Limpieza del conector de carga
Un puerto limpio y con buen ajuste es imprescindible para que la corriente pase. La limpieza correcta marca la diferencia.
- Apaga el móvil para trabajar con seguridad.
- Ilumina el puerto con una linterna y observa pelusas o polvo.
- Retira suciedad con una herramienta no metálica (palillo de madera, cepillo de cerdas suaves) y toques muy ligeros.
- Nada de líquidos ni sprays agresivos. Si sospechas humedad, deja el móvil en un lugar seco y ventilado durante unas horas.
- Comprueba el ajuste: conecta el cable y confirma que queda firme, sin holguras.
Si ves pines dañados, no fuerces: en ese caso será necesaria la revisión profesional.
Actualización o restablecimiento de software
Cuando el hardware no da pistas, optimiza el sistema: pequeñas acciones pueden estabilizar la lectura de batería y la carga.
- Reinicia el móvil: a veces el gestor de energía se desbloquea con un reinicio.
- Actualiza el sistema y las apps: las últimas versiones corrigen errores de consumo o lectura de batería.
- Modo seguro (Android) o diagnóstico básico (iOS): sirve para descartar que una app esté drenando energía en segundo plano.
- Calibración suave: carga el móvil hasta el 100%, úsalo hasta ~10–15% y vuelve a cargarlo completo sin interrupciones.
- Restablecimiento de fábrica: haz copia de seguridad y realiza un restablecimiento de fábrica si el problema persiste y todo lo demás falla.
Cuándo cambiar la batería o acudir a reparación profesional
Si tras las pruebas el porcentaje sube muy lentamente, baja de golpe al desconectar o el móvil se apaga con batería aparente, la batería puede estar degradada. Señales claras de sustitución:
- Hinchazón o tapa trasera que no cierra bien.
- Apagados aleatorios por debajo del 30–40%.
- Caídas bruscas del 15–20% tras abrir apps exigentes.
- Temperaturas elevadas al cargar o usar.
También debes acudir a un servicio técnico cuando:
- El puerto está dañado (pines doblados, holgura evidente).
- Hay corrosión por líquidos.
- Tras un golpe, el móvil carga solo si “colocas” el cable en una posición concreta.
- La carga inalámbrica tampoco funciona o se interrumpe.
Los técnicos pueden medir la salud de la batería, sustituir el módulo de carga (flex, dock) o actualizar el firmware del sistema de gestión de energía, devolviendo al dispositivo una carga estable y segura.
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